Este Soy Yo


Querido amigo:
¿Como es que pasó tanto tiempo y no nos dimos cuenta?, ¿Por qué el tiempo se empecino en pisotearnos?, no tengo respuesta y creo que nadie la tiene.
Te cuento que mi vida marcha con un rumbo no muy entendible, que ando por lugares que nunca había imaginado, y conozco gente a la cual nunca le hablaría.
Desde que te fuiste, de que yo me marche o desde que nos separamos… la vida fue tomando otro color, fue como queriéndote olvidar, imaginando que jamás te conoció, que jamás fuimos uno.
Mis ojos más que nunca tomaron un color grisáceo, mi cara lleva consigo las marcas de la soledad, de los problemas, de no poder olvidar. Todo mi ser, refleja una misma pregunta, ¿Por qué?
Extraño (y se que vos también) esas rondas vespertinas de mates, las risas que solo vos podías sacarme, las cosas de las que hablábamos y esos momentos en donde queríamos que el mundo se detuviera o nada cambiara.
No se nada de tu vida, y eso de alguna manera me deja seguir. Es que de saber algo sobre vos, tendría la necesidad de verte más a menudo, de querer controlar tu vida.
Por alguna extraña y mágica razón, sentí la necesidad de escribirte, no se si alguna vez podrás leer esta carta, no escribo con el propósito de que lo leas, creo que lo hago imaginando que estas acá, que nada cambio, y que al terminar esto podré ir corriendo a tu casa a tomar esos asquerosos mates que solo vos sabes preparar tan mal.
Que te quiero eso no es novedad, que te necesito tampoco. Lo que si es, que jamás te lo dije.
Como para ir cerrando esta carta, me despido. Es raro pero siento que te voy a ver otra vez, que siempre cada vez que lo necesite vas a estar acá.
Hasta luego, o hasta siempre.